1er año CLASE 5. LUNES 04 DE MAYO 2020
MITO Y LEYENDA
El mito y la leyenda son parte de la literatura de tradición
oral de una comunidad. Entre ambos hay diferencias muy importantes.
MITO |
LEYENDA |
Los mitos forman parte del
sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, donde son
considerados como historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una
cultura se denomina Mitología. |
Las leyendas están fuertemente relacionadas con la cultura
popular tradicional de los pueblos. En estos relatos se podían rastrear los
sentimientos más profundos de la comunidad, como por ejemplo sus deseos y temores. |
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EJEMPLO DE MITO:
La creación de Viracocha,
nuevo mito cosmogónico inca.
En la nueva leyenda de la creación del mundo
por Viracocha, que sustituyó al primer mito de la creación para los
incas, se daba al Dios Todopoderoso la facultad de dirigir la construcción de
todo lo visible e invisible.
Viracocha comenzó
su obra creadora en las orillas del lago Titicaca, en Tiahuanaco, tallando en
piedra las figuras de los dos primeros seres humanos, del primer hombre y la
primera mujer, es decir, los cimientos de su trabajo. Al darle nombres a las
estatuas, éstas cobraban vida, pero en la oscuridad, porque todavía el dios no
había dado luz a la tierra.
El mundo de aquí todavía estaba en tinieblas; Viracocha postergaba
la creación de un mundo completo, al nacimiento de los seres humanos que iban a
disfrutarlo. Pero una vez que estuvo satisfecho con los humanos que había
creado, prosiguió su proyecto, poniendo en su lugar al Sol, a la Luna, y a las
estrellas, hasta cubrir toda la bóveda celestial. Después, dejó atrás
Tiahuanaco y se dirigió al norte y, desde allí, llamó a su lado a las criaturas
que acababa de engendrar. Antes de partir, delegó las tareas secundarias de la
creación en sus dos ayudantes, Toca pu Viracocha e Imaymana
Viracocha, quienes inmediatamente se dirigieron hacia el este y el oeste de
los Andes, para dar vida y nombre a todas las plantas y los animales que iban
haciendo aparecer sobre la tierra, en una hermosa misión auxiliar de la
realizada antes por Viracocha. Cuando terminaban la misión encomendada
por el Dios Creador del Universo de los incas, llegaron a la orilla del mar, y
se perdieron en sus aguas.
Pero cuando Viracocha llamó a los
recién nacidos, nadie acudió. Entonces se encontró solo y triste por la
desobediencia de sus hijos y para que entendieran quién mandaba sobre el mundo,
envió una devastadora lluvia de fuego como castigo y purificación, para
hacerles recordar su poder y para encaminar a los soberbios humanos. La lluvia
de fuego que salió de las entrañas de la tierra, a través de los volcanes de Cacha,
aterrorizó a los humanos. Al ver que su conducta había causado la destrucción
de su maravilloso mundo, poniendo en peligro su propia existencia, y
arrepentidos de sus faltas, imploraron humildemente perdón ante su buen Dios
Viracocha. Éste se sintió satisfecho al comprobar que había logrado escarmentar
a sus criaturas, haciéndoles tomar conciencia de que todo aquello que habían
recibido gratuitamente podían perderlo por la sola voluntad del Dios Creador.
Con los humanos agrupados a su alrededor, Viracocha
se dirigió a un lugar llamado Cosco (la posterior Cuzco),
donde estableció su primer reinado, dando a uno de los arrepentidos hombres el
mando de la primera ciudad y del primer imperio que existió sobre el planeta.
Este primer jefe, el primer Inca designado directamente por la divinidad fue el
legendario Allca Huisa, el generador de la larga y poderosa estirpe
de los incas.
Fuente:
Mitología
Inca. Soledad Cachuan. Gradifco. 2.005
LEYENDA EL YERNO DE LA
PACHAMAMA
Había una vez un joven muy, muy
pobre a quien le gustaba cazar vicuñas. Pasó todo un día caminando por el cerro
y por la tarde se sentó para descansar un poco. Estaba por dormirse cuando de
repente, se le apareció una chica muy linda. Era bellísima, pequeña, con ojos
negros muy grandes y pestañas largas. La chica le hizo pensar en una vicuña.
Llevaba un vestido nuevo y aretes de plata.
Ella se acercó y le preguntó al
joven
–¿Qué estás haciendo acá?
– Estoy cazando vicuñas– le respondió a la
chica.
– ¿Por qué quieres matar a las
vicuñas? ¿Qué mal te han hecho? – le dijo con voz triste.
– Soy pobre, por eso las mato.
Vendo su cuero y su lana para poder comer- le explicó el joven.
Entonces la chica le dijo:
–Cásate conmigo y serás rico. No tendrás que matar más vicuñas - Al chico le
pareció una buena idea y aceptó.
–Tenemos que pedir permiso a mi madre primero.
Ella está aquí cerca, entre los cerros. Ella es la Pachamama– dijo la chica.
Después de caminar un poco,
encontraron una roca grande y allí apareció una mujer vieja, alta, y flaca. Era
la Pachamama.
– Cásate con mi hija si quieres – le dijo al
joven – pero te quiero decir dos cosas. Primero, quiero que la trates bien y
segundo, debes comprender que mi hija nunca come. Ahora puedes ir con ella y
mañana se despertarán en una casa linda.
Al día siguiente la joven pareja
se despertó en una casa hermosa en las montañas. Tenían muebles de madera,
espejos dorados, almohadas blancas, y mantas de lana fina de muchos colores.
Además tenían platos de oro, cucharas y cuchillos de plata, y un armario lleno
de ropa nueva. Por primera vez en su vida el joven se vistió de traje blanco,
botas de cuero negro, un sombrero bueno y un poncho de lana de vicuña. Allá, en
su tierra, tenían abundancia de maíz, habas, papas, ovejas, y una manada de
llamas. ¡Qué feliz estaba el joven con su vida nueva!
Pasó el tiempo y la pareja tuvo
un hijo y después una hija. Eran idénticos a su madre: hermosos, con ojos
grandes y pestañas largas. El joven estaba contento, pero se preocupaba porque
su mujer nunca comía. Tenían bastante comida pero ella nunca quería comerla.
Tampoco comían sus hijos. Esto lo preocupaba muchísimo así que un día decidió
seguirla para ver dónde y cómo pasaba el día.
Se escondió detrás de unas rocas
grandes en el cerro. Pasó un rato y el joven vio a su mujer y sus hijos. Los
siguió por el cerro, escondiéndose detrás de rocas y plantas cuando fue
necesario. Vio algo muy extraño. Su mujer y sus hijos se arrodillaron en el
campo, inclinaron las cabezas, y apoyaron sus manos en la tierra. Después de un
momento así, sus cuellos empezaron a crecer y los brazos y las manos se
alargaron. Desapareció su pelo y su ropa y los tres se convirtieron en vicuñas.
¡Empezaron a comer el pasto! ¡Qué contentos estaban así!
El joven se puso de pie y gritó
–¡Me has engañado! ¡No eres una mujer, eres una vicuña! Le tiró una piedra y
las tres vicuñas salieron corriendo mientras el hombre las perseguía gritando y
quejándose –¡Vuelvan! ¡Vengan acá! – gritaba en voz alta. Pero las tres vicuñas
escaparon en la niebla del cerro. El hombre las siguió corriendo, gritando,
resbalando, y cayendo en el camino.
Por fin se cansó y se sentó
abrigado en su poncho fino porque hacia mucho calor. Se durmió así y cuando se
despertó, el poncho no estaba. Tampoco tenía sus botas. En cambio llevaba sus
sandalias viejas. ¡Adiós a su traje blanco, sus botas negras, y su sombrero
bueno! Se quedó como al principio, con su ropa pobre y en el mismo lugar donde
vio a la hija de la Pachamama por primera vez. Nunca pudo encontrarla otra vez,
ni a sus hijos, ni la casa bonita. Cuando volvió a su pueblo y contó su
historia a sus amigos, nadie lo creyó. Pensaban que lo había soñado todo.
Aunque el joven insistía que habían pasado tres o cuatro años, le aseguraron sus
amigos que había salido esa misma mañana a cazar vicuñas.
ACTIVIDAD DIBUJA
SEGÚN LOS RELATOS COMO IMAGINAS: -UNA ESCENA DEL MITO DE VIRACOCHA -UNA ESCENA DE LA LEYENDA DEL YERNO DE LA PACHAMAMA. Y LUEGO ENVIAS LAS 2 FOTOS AL AULA VIRTUAL HASTA
EL 11 DE MAYO. |
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